domingo, 31 de octubre de 2010

El poema más hermoso del mundo. (Para ti)

Te encontré sumida en un baile de fuego de sombras doradas,
bailó entre llamas que no daban calor a su roce.
Me invitó a bailar, sucumbí al encanto de la Diosa, al canto de la sirena,
a la marea de su mirada profunda que ronda la brisa que me rodea.
Bailé a su merced, al compás de sus pies, cantos griegos,
letras de Dionisos coreaban sus labios entre pálpitos desnudos de pudor,
ese pudor que no acompaña al rubor que vuelve la tez rosada.
Acepté el reto...
Entré en el círculo de luz de tu aura brillante...
Bailamos agarrados, girando y girando,
contemplando las estrellas alborotadas, luminosas por sí solas,
luminosas como el brillo de tu sol, porque eso es lo que eres para mí: mi sol...
Envidia de la luna, que sólo puedes ser de una...
y una es quien eres, una sola, sólo una y ninguna más...


José María Fernández Vega


No hay comentarios:

Publicar un comentario