El amor verdadero, es sincero y afable,
nunca perece, es largo como
el recuerdo intacto, no es envidioso,
no crea disputas, es comprometido y
desinteresado y ciego como el mármol…
Es verdad que inunda como un raudal de paz,
de calma y sosiego y tranquilidad
y no pregunta por incordiar y tiene la extraña manía
de escuchar con atención, porque de sus palabras
brotan luces y suenan campanas y música…
José María Fernández Vega
nunca perece, es largo como
el recuerdo intacto, no es envidioso,
no crea disputas, es comprometido y
desinteresado y ciego como el mármol…
Es verdad que inunda como un raudal de paz,
de calma y sosiego y tranquilidad
y no pregunta por incordiar y tiene la extraña manía
de escuchar con atención, porque de sus palabras
brotan luces y suenan campanas y música…
José María Fernández Vega